sábado, 28 de febrero de 2009

Electricidad, Medio Ambiente

Título: El lado oscuro de los focos
Fuente:
http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/primera/temadeldia_nacional/el_lado_oscuro_de_los_focos/523241
Excelsior, México
28/02/2009
Alan Miranda


Las lámparas fluorescentes son ideales para ahorrar energía, pero el mercurio que contienen es altamente tóxico
Mayor durabilidad y menor gasto de energía son dos de las ventajas de los focos fluorescentes, pero tienen un inconveniente: necesitan mercurio —un metal altamente tóxico— para funcionar.
Cada foco fluorescente contiene cuatro miligramos del metal en estado gaseoso, que sirve para conducir la corriente eléctrica que genera la luminosidad.
La posibilidad de una intoxicación del cuerpo humano se presenta solamente después de exposiciones constantes y prolongadas al metal. Fatiga recurrente, dificultad para respirar y daño renal son algunos de los síntomas característicos.
Las consecuencias para los bebés pueden incluir dificultad para hablar y aprender, así como retraso mental, ceguera y convulsiones.
En casos extremos puede causar la muerte, dicen expertos.
“La cantidad existente en un foco fluorescente es casi igual al tamaño de la punta de un bolígrafo”, dijo en entrevista con Excélsior Paul Lockwood, supervisor del programa de Prevención de Contaminación del gobierno de New Hampshire, Estados Unidos.
Esta cifra es pequeña cuando se compara con la cantidad de mercurio que tiene, por ejemplo, un termómetro, unos 500 miligramos, de acuerdo con Energy Star, organización dependiente de la Agencia de Protección Ambiental de EU
Esta organización sostiene que los focos ahorradores no liberan mercurio mientras están en funcionamiento y, por tanto, son inofensivos.
No obstante, cuando se rompen, pueden liberarlo en forma gaseosa.
Para la investigadora María Eugenia Gonsebatt, del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental del Centro de Investigaciones Genómicas de la UNAM, los efectos de los focos ahorradores no son tan significativos.
“Las fuentes más importantes de exposición al mercurio en el ser humano no son las lámparas fluorescentes, sino otros productos”, explica.
Son mucho más peligrosas las amalgamas dentales y el pescado proveniente de cuerpos de agua contaminados.
“A las mujeres embarazadas en Europa, por ejemplo, les recomiendan que no coman más de una lata de atún por semana”, dijo Gonsebatt.
Incluso usar focos convencionales (incandescentes) es más peligroso, porque, aunque no contienen este material, la producción de la energía necesaria para su funcionamiento libera casi tres veces más mercurio a la atmósfera, de acuerdo con un estudio de Energy Star.
En México, la mayor parte de la energía se obtiene de la quema de carbón, lo que causa que las emisiones de mercurio sean mayores.
El estudio indica que un foco fluorescente despide 1.8 miligramos del material al ser desechado en forma inadecuada, después de haber cumplido sus ocho mil horas de vida.
Los focos convencionales usados para cubrir ese mismo periodo necesitan una cantidad de energía que libera 5.8 miligramos de mercurio al ambiente.
Algunas compañías que pertenecen a la Asociación Nacional de Fabricantes de Productos Eléctricos del vecino del norte (NEMA, por sus siglas en inglés) han bajado aún más el contenido del metal en sus lámparas fluorescentes.
Este es el último año de comercialización de los focos incandescentes en Inglaterra y otros países de la Unión Europea.
La medida responde a la intención de los gobiernos europeos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Acciones similares han sido tomadas también en países de América Latina, como Argentina, Cuba, Venezuela y Ecuador.
En México todavía no existe una legislación sobre el tema, pero el Fideicomiso para la Eficiencia Energética (Fide) y algunas agrupaciones ambientalistas promueven ya la adopción de los focos ahorradores en territorio mexicano. En países como Estados Unidos, Canadá y miembros de la Unión Europa, el reciclaje de estos productos es común.
El material contenido en los focos es reutilizado con el fin de evitar daños ambientales.
México todavía no ha construido la infraestructura necesaria para desechar estos objetos sin dañar a la naturaleza.
Precauciones
¿Qué hacer cuando se rompe un foco fluorescente? La mejor forma de limpiar un foco ahorrador roto es la siguiente:
1) Antes de limpiar: Abra ventanas. No permita que nadie se acerque al sitio donde está el foco roto hasta que hayan transcurrido 15 minutos.
2) Para limpiar superficies: Levante los pedazos más grandes con la ayuda de un recogedor y colóquelo dentro de un frasco de vidrio. Recoja con cinta adhesiva cualquier trozo de vidrio.
3) Para limpiar alfombras o tapetes: Use el mismo procedimiento que en el caso anterior, pero si usa aspiradora meta los desechos en una bolsa de plástico sellada.
4) Para limpiar la ropa: Si alguna prenda entró en contacto con el foco roto, tírela a la basura. Ponerlos en la lavadora provocaría que el mercurio acabara en el drenaje.
5) Aísle los materiales de limpieza en un contenedor que esté separado del resto de la basura. Lávese las manos después de tirar las bolsas de plástico que haya usado.
6) La próxima vez que limpie el área: Mantenga la zona ventilada. Fuente: Agencia de Protección Ambiental de EU (EPA).

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